CUANDO SE PIERDE UN COMBATE

Espero les guste lo que escribi.


CUANDO SE PIERDE UN COMBATE


Tan seguro que estaba yo de ganar un encuentro de honor, que vi en mi oponente la oportunidad de lucir mis destrezas, no medí mis fuerzas e hice derroche de energías, total tras de mi venían muchos meritos y logros alcanzados que me empujaban a demostrar todo lo que me precedía. De forma inteligente o quizás sin darse cuenta mi adversario soporto y soporto todas mis descargas, el daño se hacia evidente y todo hacia ver o suponer mi triunfo de manera contundente, el tiempo paso, los minutos corrieron y aquello que parecía tan cercano no se daba. Cada golpe propinado hacia mucho daño, pero el árbol no caía, las reservas de fuerza que quedaban se agotaban, el objetivo no se cumplía, la desesperanza aparecía y ya no teniendo que dar, la balanza se inclino del lado contrario, mi oponente noto que el brillo de mis ojos se había perdido al igual que mis fuerzas, cada golpe débil, era contestado con uno de mas rudeza y aquello que parecía ganado, cambio para mi tristeza. Fue tan sólo un golpe certero como devastador el que acabo con mi orgullo y ahí en el suelo preferí descansar y no abrir los ojos, cerrar los oídos para nos escuchar los gritos de la gente, ¡hay un ganador!, ¡hay un ganado!. Y ese indiscutiblemente no era yo.



Cumpliendo con su ciclo, un día nuevo llego, más yo no encontré su luz y ahí sólo con mi deshonor no alcanzaba llegar a la puerta para escapar de aquella oscuridad, que junto al miedo hizo de mi su presa. Perdí la cuenta de los días y de a poco fui recuperando energías, afianzándome en el pasado púes en él, había el registro escrito en piedra de lo que una vez fui, también mire la cúspide de las montañas que representaba lo que quería alcanzar, todo esto me ubico en un punto central, que era nada menos que mi presente con el que tenia que lidiar. Planifique mi comienzo y los pasos que tenia que dar y fueron tres los que se merecen mencionar, ya que estos me ubicaron de nuevo en el punto de partida que es donde, el que ha caído quiere llegar.



1. Reconocí lo que una vez fui.

2. Aprendí a donde me llevo

3. quien soy es lo que hace la diferencia



Reflexionar en este ultimo paso, es lo me llevo a reconocer no mi derrota sino el triunfo del mas preparado para llevarlo y lo mas importante que la vida no es sólo un combate y su desenlace sino la sucesión de ellos que van moldeando al guerrero a tal punto de llevarlo a ver en el enemigo, la nobleza de mantenerlo siempre en alerta, en plena conciencia y siempre preparado para todo lo nuevo que es como realmente se valora cada minuto de vida, principio y fin del ser.







Rafo

andale pues... que bonito.
Es que a veces pecamos de soberbia no? Aun y cuando no hayas sido un triunfador toda la vida, hay batallas que ya damos por ganadas , nos esforzamos poco por que subestimamos la situaciòn o al mismo oponente, llevàndonos grandes sorpresas..

Aun asì, de todo aprendemos, hasta de cuando fracasamos.
Me gustò tu reflexiòn amiguito.
Gracias por compartirla con nosotras.

Gracias por la historia Rafo , como bien dice Ale a veces en lo que somos mejores nos pasamos de soberbios y eso hace que perdamos la batalla.
La humildad es una gran fortaleza y por ende la debemos tener siempre presente.
Que tengas un bonito día!!!!

Rafo, como ya te comente me encanto lo que escribiste cuantas veces vamos a la batalla con la idea que ya fue ganada y por confiarnos terminamos perdiendo, la vida aveces nos muestra la otra cara esa que no queremos ver pero ahí esta siempre, aveces es preferible ir con un perfil bajo y con la seguridad de lo que queremos lograr un besote!!
Un bello miércoles!!